Caracas, 24 Jun. AVN.- En el Odeón de Herodes Atticus, un anfiteatro milenario en la Acrópolis de Atenas, está prohibido terminantemente tomar fotos, pero este miércoles 23 cuando los integrantes de la Sinfónica de la Juventud Venezolana Simón Bolívar se ponían la chaqueta con la bandera de Venezuela, cientos de cámaras de celulares estaban encendidas. Los guías de sala se miraron entre sí.
Esta ruptura protocolar en la Atenas milenaria se produjo luego de que los músicos de la Sinfónica de la Juventud Venezolana Simón Bolívar, guiados por Gustavo Dudamel, revivieran la osadía del compositor Igor Stravinsky, quien, en 1913, se atrevió a hacer una obra que también quebró con todas las reglas de una época: La consagración de la primavera.
“La composición narra el delirio de una mujer que debe danzar hasta morir, como un ritual para agradar a los dioses y consagrar la primavera”, expresa un comunicado de la Sinfónica.
Frente a 5.000 almas sobre las gradas de mármol del Odeón de Herodes Atticus, los venezolanos se atrevieron a consagrar la primavera en pleno verano y en la cuna de los dioses griegos.
Hasta el último momento, los espectadores hacían cola para saludar a los músicos y en el camerino de Gustavo Dudamel estaban, sin pensar en el reloj, el gran violinista Leonidas Kavakos, quien confesó su deseo de tocar en Venezuela, y el gran compositor griego Mikis Theodorakis.
Theodorakis, que por motivos de salud, sale muy poco de su casa, señalaba que en estos músicos se halla un milagro y una revolución para la cultura.
Además, el compositor griego expresó su deseo de escuchar el Canto General a Neruda, que compuso hace más de 30 años, tocado por venezolanos.
"Quizá sea una oportunidad para que sea tocado como realmente se tiene que tocar", dijo en el intermedio del concierto, luego de que se interpretara la Sinfonía Nº 5, de Ludwig van Beethoven.
El reconocido compositor griego abogó por la creación de una orquesta sinfónica integrada por venezolanos y por griegos, idea que fue aplaudida por 370 personas que llenaron, el martes, una de las salas del Megaron, uno de los principales teatros de Grecia.
Allí, en el Megaron, el público se citó para escuchar al maestro José Antonio Abreu narrar parte de la historia y la filosofía de El Sistema como proyecto social, y a otros cuatro panelistas griegos explicar los proyectos que llevan adelante en la República Helénica y que están inspirados por el sistema venezolano.