Ignacio Alen Blanco
El maestro Abraham Abreu, clavecinista, pianista y educador musical de larga y prodigiosa trayectoria, estuvo en nuestra ciudad para atender la invitación que la Universidad de Carabobo (UC) le extendiera para formar parte de su X Festival de Música de Cámara.
Formado inicialmente como pianista en la Universidad de Yale (Estados Unidos), desde 1970 ha concentrado sus actividades concertísticas en la música barroca para clavecín.
Abreu observa que actualmente "hay compositores que les gusta incorporar elementos del barroco en su trabajo, pero más bien es raro. Pienso que en general, en los últimos tiempos, los compositores tienden a incorporar folcklore, música tradicional, y una que otra vez, algún compositor hace referencia al barroco".
Ampliamente conocido en Venezuela por su trayectoria, se ha presentado en importantes escenarios de Inglaterra, Escocia, Francia, Italia, Alemania, Austria, Suiza, Noruega, Holanda, USA, Colombia, Argentina, México, Guatemala, Chile y Brasil.
A lo largo de 20 años, Abreu ha realizado una intensa actividad como solista y también fundó varias agrupaciones barrocas de cámara. Paralelamente a su carrera como clavecinista se ha desempeñado como profesor en la Universidad Central de Venezuela y en la Universidad Simón Bolívar. Además ha realizado una amplia labor divulgativa de la música a través de la radio y la televisión.
Inquirido acerca de cómo ve el movimiento musical venezolano, fue bien claro al indicar que "no está exagerando al decir que Venezuela es el primer país en el tema de educación musical de niños y jóvenes; eso lo reconoce todo el mundo. Ahorita los países se pelean por ver cómo lo hizo José Antonio Abreu y su equipo, porque es increíble. En un comienzo el movimiento tenía unos valores, más bien, de tipo social-formativo, pero uno se cuestionaba si esa masificación podía llevar a la excelencia; eso fue hace 20 años, con el tiempo se ha demostrado que no sólo se llega a la excelencia, sino que se llega a una extraordinaria excelencia. Ya no es una, sino dos, tres y cuatro orquestas con jóvenes cuya edad oscila entre los 14 y los 25 años que le dan la vuelta al mundo dejando a todos boquiabierto, no sólo por la edad sino por el nivel musical y técnico. Es por lo menos un aspecto en donde Venezuela está a la vanguardia, sin duda alguna".
En su visita a Valencia, participó en dos conciertos. En el primero compartió escenario con el prodigioso cuatrista y guitarrista Leonardo Lozano, a quien describió como "un músico exquisito, extraordinario. Tocar con él es un placer enorme porque tiene un refinamiento. En esta aventura humorística es maravilloso porque él también es así. Lo hacemos por humor y por placer estético porque suena muy bonito"; y con risa se refiere a las aventuras musicales que surgieron al mezclar la especialidad de Abreu con las exploraciones de la guitarra renacentista y su relación con el cuatro venezolano que ha emprendido Lozano, de lo que surgieron interesantes interpretaciones académicas con espíritu claramente local.
Para el segundo encuentro, Abreu cerró la serie de "conciertos de gala" del festival, acompañado por la Orquesta de Cámara de la UC, al interpretar el "Concierto de Brandeburgo N° 5" de Bach.